En la Tierra a viernes, 29 marzo, 2024

¿Puede Donald Trump ganar las elecciones estadounidenses?

Hillary Clinton, candidata demócrata a las elecciones presidenciales de EE.UU y Donald Trump, el candidato republicano.

La ventaja de Hillary Clinton sobre Donald Trump es una constante que se repite durante las últimas semanas en todas las encuestas que se publican respecto a las elecciones estadounidenses. Los encuestadores, los medios y las élites ya han declarado que los comicios están prácticamente sentenciados. Según un estudio de Desarrollando Ideas (Llorente & Cuenca), titulado La carrera hacia la Casa Blanca y firmado por Alan Stoga, Trump ha desperdiciado durante el último mes la parca ventaja que tenía sobre Clinton, que ha sido lo “bastante inteligente para dejar que su rival tropezara con su propio ego e inexperiencia política”.

Sin embargo, en la carrera hacia la presidencia más atípica de los Estados Unidos, aún puede ocurrir de todo. Es decir, Hillary Clinton todavía puede perder y Donald Trump todavía puede ganar. No es descabellado pensarlo, pues el magnate ya derrotó a 16 candidatos republicanos en las primarias. Dos hechos juegan en contra de Clinton. Para empezar, si ganara, asumiría el cargo con el mayor índice de impopularidad (un 53%) y los menores índices de confianza antes conocidos. Por otro lado, los votantes estadounidenses, según revela el estudio, “se sienten muy insatisfechos con el statu quo, con la política habitual y con los políticos convencionales”. Y Hillary Clinton tiene esas tres características.

Hay otras circunstancias que ayudarían a explicar el odio que los votantes estadounidenses tienen a Clinton. Destacan dos. En primer lugar, su largo historial de adoptar diferentes personalidades. Desarrollando Ideas señala en su informe que ha sido una idealista (a la hora de defender los derechos de los niños, por ejemplo), una pragmática (en su tarea agresiva en nombre de sus votantes neoyorkinos) o una progresista (cuando abandonó a favor de los acuerdos de libre comercio ante el reto que suponía su oponente Bernie Sanders). Además, sobre los hombros de Hillary Clinton pesan muchos escándalos reales o inventados: el suicidio de Vince Foster, la Clinton Foundation…

Pero Donald Trump no es un candidato que acabe de encajar: su índice de impopularidad se sitúa en el 61%, y este dato habla por sí solo. Pero Trump se muestra “extraordinariamente seguro de sí mismo”, según explica el estudio de Desarrollando Ideas, y esta firmeza atrae a multitud de votantes.

Las estrategias políticas de los candidatos y sus planteamientos

¿Cómo son las estrategias políticas de los candidatos a la Casa Blanca? En una campaña presidencial en la que, a diferencia de otras, la ideología de derecha contra izquierda, gobierno pequeño contra grande, unilaterismo contra multilaterismo, tiene poca incidencia, Clinton lleva a cabo una carrera tradicional y Trump una absolutamente desordenada.

En general, y según se explica en el estudio, Clinton está “invirtiendo mucho dinero, gente, encuestas, apoyos, publicidad en televisión y actos con guiones cuidadosamente escritos”. “Su equipo es siempre el mismo”, se añade, “con un elevado nivel de profesionalidad y que se beneficia de la experiencia acumulada en cinco campañas presidenciales”. De Trump se explica que “va dando tumbos de un lugar a otro, de un tema a otro, insulto tras insulto”. Pero sus polémicas declaraciones, siempre improvisadas, en redes sociales o detrás de un atril “llenan informativo tras informativo y mantienen a Trump en el centro del debate político nacional”.

En comparación con los planteamientos de Clinton, los de Trump parecen “caóticos, ineficaces, groseros y extremadamente inapropiados”, lo que también puede dar a los votantes una idea de cómo gobernaría cada candidato. La candidata demócrata gobernaría de forma parecida a Obama: ha prometido establecer una manera para que los inmigrantes ilegales consigan la ciudadanía, aumentar el salario mínimo, mejorar las prestaciones de la Seguridad Social… El candidato republicano como presidente es todo un misterio, pues no ha “proporcionado prácticamente ninguna pista sobre cómo gobernaría o qué quiere hacer realmente”, indica el estudio de Desarrollando Ideas.

No quién vota, sino dónde se vota

Para finalizar, Clinton podría obtener una mayoría de votos de ciudadanos negros, hispanos y femeninos, aunque minoría de votos de blancos. Trump apuesta por los votantes blancos sin estudios universitarios, lo que parece adelantar que “Clinton cuenta con más vías hacia la victoria que Donald Trump”.

En cuanto a los territorios, Clinton puede contar, por lo menos, con los votos de 227 colegios electorales de estados donde es prácticamente imposible que pierda, indica el estudio. “En la práctica, esto significa que los votantes de, como máximo, nueve estados reñidos” decidirán las elecciones. Son Nevada, Colorado, Iowa, Ohio, Florida, Pennsylvania, Virginia, Carolina del Norte y New Hampshire. “A finales de agosto”, revela el estudio, “Clinton encabezaba las encuestas en los nueve estados”.

Seguiremos Informando…

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