El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha visto finalmente obligado a tomar una estrategia comunicativa dura para combatir los mensajes emitidos en los últimos días por el actual presidente de la Generalitat, Quim Torra. Además, ha aprovechado su participación en el Congreso de los Diputados para advertir a los “elementos radicales del independentismo” su firme intención de celebrar en Cataluña el Consejo de Ministros previsto para el próximo 21 de diciembre.
“Todo lo que se sitúe fuera de la Constitución y del Estatuto catalán contará con la respuesta firme pero serena, proporcional y contundente del Estado Social y Democrático de Derecho”. @sanchezcastejon #SánchezCongreso pic.twitter.com/WyPDdhu64Z
— La Moncloa (@desdelamoncloa) 12 de diciembre de 2018
A pesar de no haber tomado la decisión de imponer el artículo 155 como le piden partidos como el PP o Ciudadanos, ni haber mencionado siquiera su aplicación, Sánchez sí que ha querido imponer un discurso contundente frente a declaraciones como las de Torra a favor de la “vía eslovena” o contra la actitud de los Mossos por intentar imponer el orden frente a los CDR. El presidente del Gobierno ha calificado de inadmisibles unos “mensajes gruesos combinados con una dejación de funciones del Govern” y, en relación con la policía autonómica, ha recalcado que “no aceptará que se produzca cualquier dejación de funciones por parte de quien tiene encomendada la seguridad pública”. Por estar razón, ha advertido a las autoridades catalanas que si esta actitud persiste “un número suficiente de efectivos y fuerzas de seguridad del estado se desplazarán a Cataluña para garantizar la seguridad” de los ciudadanos.
La actitud de Sánchez respecto a la celebración del consejo de Ministros en Cataluña supone un golpe encima de la mesa a lo que desde algunas esferas independentistas se había llegado a calificar como una provocación, y después de que su número dos José Luis Ábalos pusiese en duda la celebración del encuentro en Barcelona. Además, la reunión puede ser una de las más importantes en la carrera de los socialistas al frente del Gobierno, si nos referimos al mandato actual, puesto que está previsto que apruebe la subida del salario mínimo interprofesional en un 22%; esta imagen podría convertirse en histórica para el país e icónica para Sánchez si además se produce en un entorno polémico como el catalán.
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