Tratar de documentar la historia de la farmacia puede ser una tarea fácil, sin embargo si realmente pretendemos establecer un inicio en la práctica farmacológica deberíamos remontarnos a la Prehistoria, cuando nuestros antepasados empezaron a conocer las propiedades medicinales de las plantas que les rodeaban y las usaban para curarse.
Pero lo que queremos hacer desde PRFarmacia es recopilar las farmacias más antiguas de España, región región, pueblo tras pueblo y conocer un poco más su historia, la que nos cuenta sus dueños y que han ido pasando de generación en generación. Comenzamos esta serie de retajes en Castellón.
En 1909, Vicente Calduch decidió abrir una Oficina de Farmacia en la Calle Enmedio de la ciudad levantina de Castellón. Esta idea se la dio el prer Vicente Calduch boticario que estableció su farmacia en Villarreal pero, desgracia, no entra en nuestra prera historia.
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Vicente Calduch rodeado de sus ayudantes. |
| Imagenes de la Farmacia Calduch con algunos objetos antiguos |  |
Vicente Calduch (abuelo) abrió, como decíamos, la prera farmacia en Castellón, en 1909 seguramente dándose cuenta de que no había en esta ciudad un sitio donde los enfermos pudieran pedir que les vendiesen algún ungüento o loción para afecciones que tuvieran. Calduch comenzó a realizar formulaciones magistrales que, bien se las encargaba el médico bien se las pedían los pacientes, el las realizaba en el laboratorio de la botica. Fue él quien diseñó y fabricó una pomada para la piel que la regeneraba y cuidaba de los efectos nocivos del frío, sol e incluso de los pruritos, inventó la Dermosuavina y que ahora se comercializa todo Levante, Cataluña y Aragón.
Los herederos de este tipo de vaselina siguen fabricándola y comercializándola en su propia oficina de farmacia y a través de los distribuidores farmacéuticos que mayormente operan en esta zona de España.
Durante años la farmacia continuó operando con normalidad hasta la llegada de la Guerra Civil cuando tuvieron que cerrar que el abuelo Calduch estaba en la cárcel republicano y Calduch padre estaba en el frente. ‘Sólo en ese periodo y que me hayan contado es cuando ha permanecido cerrada la farmacia de nuestra familia’, asegura Vicente Calduch biznieto y propietario de la farmacia hoy.
Tras el final de la Guerra Civil, todo volvió, más o menos, a la normalidad. Los Calduch continuaron ejerciendo como farmacéuticos generación tras generación, con sus altos y bajos y hasta el día de hoy.
Actualmente la Farmacia Calduch es una de las tres únicas farmacias de la provincia de Castellón que tienen permiso de Sanidad para realizar formulaciones a terceros, es decir, pueden formular medicamentos, ungüentos, lociones, cremas etc… cuando se las pidan los médicos, además de realizar formulaciones propias como la Dermosuavina.
En total tienen 20 fórmulas entre las de a terceros y las propias, todo un negocio teniendo en cuenta el trabajo que da una farmacia sólo en dispensación.
Según nos contaba Vicente Calduch hijo, ‘aunque hice reforma de la farmacia en 2003 aún conservamos un alambique, un pildorero, varios tarros con principios activos de los años 40 y que ya han perdido sus propiedades pero sirve de adorno que la caja es muy bonita, autoclaves y lo que tuvos que quitar tras la reforma y que donamos al Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón fue una máquina de comprir que pesa muchísmo y servía par hacer compridos’.
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Vicente Calduch, el actual, está esperando que su hijo, Vicente Calduch a más señas, termine la carrera de Farmacia, haga un master de Formulación y esté un año en el extranjero para que después se haga cargo de la Farmacia familiar y así poder dedicarse al golf ‘que es lo que me gusta pero ahora no puedo que me han operado de varices’.
Es difícil que otra farmacia en España tenga 4 generaciones de farmacéuticos varones y con el mismo nombre, desde aquí nuestro pequeño tributo a esta farmacia de 1909.
