Desde la infancia, los niños y niñas tienen asignados un rol en la sociedad. Tanto es así que hasta los juguetes vienen diseñados para unos u otros; las cocinitas para las niñas, los coches para los niños. De igual modo, tanto en la televisión como en los propios catálogos de juguetes, cada uno de ellos viene anunciado exclusivamente por el género al que va dirigido. Desgraciadamente, es muy raro ver a un niño enseñando una muñeca o a una niña anunciado coches de juguete. Hasta el pasado noviembre, cuando Jeremy Scott, junto con Mattel, se reveló. El Director Creativo de Moschino lanzó una colección de la muñeca Barbie, cuyo anuncio de lanzamiento estaba protagonizado, entre otros, por un niño. Éste, levantó una gran expectación, ya que por primera vez un spot de muñecas estaba protagonizado por un varón. Esto es algo bastante triste si se piensa en profundidad, teniendo en cuenta en la supuesta sociedad avanzada en la que nos encontramos. Pero a pesar de este pequeño paso adelante, una investigación realizada por la organización Ditch the Label ha puesto encima de la mesa unos datos que muestran la realidad: un 33% de las adolescentes piensan que su género limitará su futuro profesional.
Y lo piensan porque es lo que ven desde que son niñas, algo que se traslada a su edad adolescente. Tan solo el 4% opina que una mujer puede gestionar un negocio mejor que un hombre. Otro 4% confiesa que creen que a las mujeres se les da mejor las carreras relacionadas con la política y la abogacía. Y únicamente un 1% afirma que las mujeres son mejores que los hombres en los deportes. Pero estos roles preestablecidos no solo afectan a las mujeres, sino que también los jóvenes adolescentes se ven perjudicados. Es una creencia, al parecer universal, que los hombres deben ser más fuertes y menos emocionales. Que son menos propensos a mostrar sus emociones. Pero esto, más que ser una realidad, es una lacra para muchos en edad de crecimiento y que lleva a un círculo vicioso en el que algunos sienten que pierden su masculinidad si se muestran en algún momento vulnerables.
El género no debería dictar la personalidad o lo que es lo mismo, cada uno debería ser como quiera, sin importar si se es hombre o mujer. Dejémonos de etiquetas y liberémonos.
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