En la Tierra a viernes, 29 marzo, 2024

José Luis Sainz ve con buenos ojos la operación para apartar a Cebrián de Prisa

El Consejero Delegado de Prisa no está contento. Los últimos movimientos políticos de su Presidente Ejecutivo, intentando rascar influencia entre PP, PSOE y Ciudadanos, no han sentado nada bien en José Luis Sainz que hace tiempo que considera que Juan Luis Cebrián está amortizado. En este sentido los movimientos del Amber Capital para forzar la salida del fundador de El País le han dado alas para mostrar su descontento y buscar apoyos dentro de la compañía.

José Luis Sainz era fichado en 2011 como director general de El País tras un breve paso de dos años por Vocento. El movimiento causó en su momento un gran revuelo ya que el directivo fichaba sin ningún impedimento por una compañía rival y competencia directa del editor de ABC. Un despropósito que no se le perdonó en Vocento al consejero delegado de esa época José Manuel Vargas que abandonaba la empresa pocos meses después.

Esta historia sirve para reflejar la importancia estratégica de José Luis Sainz que recibió un diario El País en plena crisis económica y al que intentó apuntalar económicamente con un duro plan de ajustes que incluyó el único ERE que se ha realizado en la empresa desde su fundación hace 40 años. Salieron 129 personas en un movimiento económicamente impecable pero que asestó un duro golpe a la calidad del diario, del que todavía no se repone la publicación.

Sainz lo hizo tan bien –a ojos de Cebrián- que en octubre de 2012 le ascendió a consejero delegado de Prisa Radio sustituyendo a Javier Pons y en julio de 2014 fue el elegido para sustituir a Fernando Abril-Martorell como consejero delegado, quien se marchó del Grupo tras realizar la dura negociación con los bancos acreedores de Prisa y reestructuró la deuda que por esas fechas superaba los 5.000 millones de euros.

El listón estaba muy alto, pero profesionalmente Sainz ha estado a la altura. Cebrián confía en él y le entregó las riendas de la compañía. Pero Sainz no está contento. Cebrián sigue entrometiéndose en la gestión de la compañía y lo que es peor, a ojos del consejero delegado, hipoteca la credibilidad de la compañía con sus fracasados movimientos políticos mediante los cuales intenta cerrar “acuerdos” por su cuenta con PSOE, PP y Ciudadanos.

Si Cebrián no se marcha el que abandone Prisa podría ser José Luis Sainz

Su antecesor Abril-Martorell ya se marchó por motivos similares y la excesiva presión y ganas de Cebrián de inmiscuirse en la toma de decisiones. Desde hace unos meses que Sainz está descontento por lo que ve con buenos ojos las movimientos para apartar a Cebriàn de la gestión de Prisa por parte de Amber Capital, dueños del 15% de la compañía. Este fondo ve la salida del actual Presidente Ejecutivo como condición necesaria para reestructurar las cuentas del Grupo y hacer una revisión a fondo de la compañía.

Pero Juan Luis Cebrián tiene un blindaje hasta 2018 que obligaría a realizar un importante desembolso a la compañía si es que se acelera su salida. De hecho, Cebrián cobraría en 2018 un bonus de seis millones de euros si se jubila en esas fechas, ya con 73 años de edad. Pero Sainz cree que dos años son demasiados para seguir conviviendo con Cebrián por lo que ha comenzado a buscar apoyos dentro de la compañía para intentar forzar una salida antes de esta fecha.

Lo tiene difícil, pero lo intentará. Ya sabemos que en fechas anteriores han sido muchos los que han intentado apartar a Cebrián de Prisa y han fracasado. Y ahora con su jubilación tan cercana la operación se vuelve aún más compleja. En este escenario habría que ver cómo encaja la actual relación de Cebrián con Sainz que sabemos no está siendo nada buena y puede ir a peor ¿Podría Sainz tirar la toalla antes de tiempo?

Seguiremos Informando…

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