En la Tierra a miércoles, 24 abril, 2024

Involucrar al paciente en la toma de decisiones, clave para una verdadera Medicina Centrada en el Paciente

Contar con la opinión del paciente en todos los niveles de la asistencia clínica es uno de los retos a los que tiene que hacer frente la sanidad para poder ejercer una verdadera Medicina Centrada en el Paciente. Esta es uno de las cuestiones que se han debatido hoy durante la I Jornada “Medicina Centrada en el Paciente” que han celebrado la Fundación Lilly y el Instituto de Humanidades y Ciencias de la Salud Gregorio Marañón en el Hospital Universitario de La Princesa con la colaboración de su Instituto de Investigación y la presencia en la inauguración del Director Gerente, el doctor Fidel Illana.

Este encuentro, en el que se han dado cita más de un centenar de profesionales sanitarios de nuestro país, ha tenido como objetivo reflexionar sobre algunos de los desafíos actuales de la medicina para hacer real el creciente protagonismo del paciente en el sistema sanitario y las vías para mejorar los resultados en salud de cada paciente de forma individual.

“La gestión sanitaria debe tener en cuenta la opinión de paciente, involucrándole en la toma de decisiones”, señala el doctor Domingo Orozco, co-coordinador de la Estrategia de Abordaje de la Cronicidad. “Un pilar de la evaluación sanitaria es conocer la opinión del paciente, saber si una intervención mejora su calidad de vida o si le produce algún tipo de problema”, añade.

En este sentido, el doctor José Antonio Sacristán, director de la Fundación Lilly, añade que “la medicina centrada en el paciente es aquella que va más allá de los genes. Posiblemente, las preferencias de los pacientes son los biomarcadores más potentes que existen”.

Desde el punto de vista del paciente, la opinión de Óscar Prieto, presidente de la Asociación de Afectados por Tumores Cerebrales en España (ASATE), va en el mismo sentido. “Los pacientes queremos que nos expliquen detenidamente cuáles son los diferentes tratamientos que se han valorado para afrontar nuestra patología y por qué se ha elegido el que se nos propone. No queremos que nos digan el diagnóstico y el tratamiento como si no hubiera nada más que hacer”, reivindica. “Saber que un equipo ha estudiado nuestro caso individualmente y que se han estimado diferentes opciones nos da tranquilidad, confianza y la certeza de que está haciendo lo mejor”, explica.

La confianza entre profesional sanitario y paciente es otra de las cuestiones que se han tratado durante este encuentro. Y que cuando el paciente confía en su médico, sigue mejor las pautas marcadas. Según subraya el doctor Orozco, “en España tenemos la ventaja de contar con un nivel de Atención Primaria que hace que los profesionales médicos y de enfermería conozcamos perfectamente al paciente, su entorno, su casa y/o sus circunstancias”. Por ello, apuesta por la relación de continuidad y la escucha activa basada en la confianza como base de la relación médico-paciente.

Para sacar el máximo rendimiento al poco tiempo que -en general- el médico tiene asignado para cada consulta, el presidente de ASATE recomienda que “los pacientes lleven preparadas las dudas que les quieren plantear, los inconvenientes con los que se han encontrado a la hora de seguir el tratamiento u otras cuestiones que les preocupen”. 

Buen uso de las tecnologías para “humanizar” la relación

No cabe dude de que los avances tecnológicos han revolucionado la práctica de la medicina. “Es preciso utilizar las nuevas tecnologías para humanizar la medicina. Hay que poner las máquinas al servicio del médico y no al revés”, apunta el doctor Sacristán, quien añade que “debe fomentarse una medicina practicada con la cabeza, fundamentada en la técnica, los datos y la ciencia, y compatibilizarla con una medicina basada en el corazón, en el arte médico”. Y es que su uso correcto favorece el objetivo final de la medicina: mejorar los resultados de cada paciente individual.

 

En este punto, el doctor Orozco destaca como, bien aplicada, la tecnología, y concretamente la telemedicina, puede ser un elemento para humanizar la relación con el paciente porque “le da continuidad en el tiempo, seguridad y sensación de acompañamiento. Se siente en contacto permanente con sus médicos”.

 

Gregorio Marañón, pionero de la medicina personalizada

Ya a principios del s. XX, el doctor Gregorio Marañón consideraba al ser humano como el centro y objeto de la atención clínica e investigadora del médico. Tal y como destaca el profesor de historia y director del Instituto de Humanidades y Ciencia de la Salud Gregorio Marañón, Antonio López Vega, “se le puede considerar un pionero de la medicina personalizada, humanísticamente hablando”.

 

Otro de las características que hicieron de Marañón un gran médico es su cultura humanista. De hecho, no solo perteneció a la Real Academia Nacional de Medicina, sino también a la de Lengua; Historia; Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; y a la de Bellas Artes de San Fernando.

Asimismo, este historiador enfatiza su carácter vanguardista, “lo que indica que estaría encantado con las opciones que la ciencia y la tecnología ofrecen, pero subrayaría la importancia de no perder de vista que lo que tiene enfrente un profesional sanitario es una persona y que hay que comprenderla en su contexto”. Por último, y haciendo referencia a los actuales debates de gestión sanitaria, Antonio López ha hecho hincapié en el pensamiento de Marañón: “él entendía la medicina como uno de los motores de aspiración a una mayor justicia social”, concluye.

 

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