La Eurocopa 2016 sigue sin televisión en España a poco más de un mes de que comience el torneo en Francia. Las últimas informaciones llegadas hasta prnoticias indican que las negociaciones se han enfriado con beIN Sports y Atresmedia tras la renuncia de Mediaset a la puja. Esto abre la puerta a que por primera vez en décadas no se vean en España los partidos del principal torneo continental, incluyendo los de la Selección Española, un extremo que ha despertado todas las alarmas en los patrocinadores de La Roja.
Las informaciones llegadas hasta prnoticias indican que un nuevo actor ha entrado con fuerza en esta complicada partida de ajedrez. Los patrocinadores de la Selección Española de Fútbol han trasladado su preocupación a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), porque a un mes del arranque de Eurocopa La Roja no tiene canal que televise sus partidos. Una emisión que de no concretarse –una posibilidad que gana enteros tras el actual estado de las negociaciones- podría generar un importante perjuicio económica a estas marcas.
Y es que en estos momentos no hay nada que obligue a La Roja a verse en televisión. Hace una semana Mediaset renunciaba a seguir pujando por la Eurocopa y daba por rotas las negociaciones con la UEFA argumentando que el precio que pedía el organizador del torneo significaba un impacto negativo de quince millones de euros en sus cuentas. Semanas antes era TVE la cadena que renunciaba a la puja por el elevado coste de estos derechos, aunque no cuantificaron el impacto en sus resultados económicos.
Esto dejó a Atresmedia como el único canal en abierto que ha negociado y que todavía no se ha retirado de la puja. No obstante, su oferta económica todavía está muy lejos de lo que pide la UEFA y la cadena dice en privado que no puede poner en riesgo sus cuentas para hacer el último esfuerzo que pide la organización para adjudicarle los derechos en abierto. A esta situación se suma la negociación en el pago, que hasta hace algunos días estaba muy encaminada con beIN Sports, pero que ahora se ha enfriado tras la renuncia de Paolo Vasile.
De puertas para adentro se comenta que esta última decisión ha provocado que los se mantienen todavía en la puja hayan decidido no subir más sus ofertas ante la salida de la cadena que hasta el momento estaba poniendo sobre la mesa la mejor oferta económica. ¿Y qué significa esto? Básicamente que se acerca peligrosamente la posibilidad de que la Eurocopa no se vea en España por primera vez en la historia moderna de la televisión. Ni la Ley de Interés General podría salvar la negociación.
Según hemos podido confirmar con fuentes del Consejo Superior de Deportes (CSD), la obligación de emitir los partidos de España –y la final y las semifinales- sólo rige en el caso de que un operador compre los derechos. Si ningún operador –del pago o abierto- compra estos partidos España se quedaría sin ver a La Roja. De producirse esta situación poco es lo que podría hacer el Gobierno más allá de intentar que TVE haga un esfuerzo para quedarse con los derechos en abierto, pero considerando la delicada situación financiera de la Corporación el margen de la actual administración es más que escaso.
Dentro de este escenario, los patrocinadores de la RFEF han pedido al organismo presidido por Ángel María Villar que mueva ficha y que intente mediar para que se llegue a un acuerdo con las televisiones. Del lado del Gobierno también existe el interés de que éstos partidos puedan retransmitirse, en especial si consideramos que el torneo empieza el 10 de junio en medio de la precampaña de las nuevas Elecciones Generales del 26 de junio. Nadie en Moncloa quiere ser responsable de que los aficionados no puedan ver a La Roja en la Eurocopa, algo que a un mes de que comience el torneo se plantea como algo muy posible.
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